Una paleta de colores bien elaborada puede hacer maravillas en un centro de salud. El uso de imágenes en color y gráficas puede alinearse con el logotipo existente y el color simbólico de la instalación para lograr una estética visual general, mientras que también puede provocar emociones y percepciones únicas del espacio. Tiene la capacidad de calmar o emocionar, puede hacer que una habitación parezca más pequeña o más grandiosa, o incluso desencadenar reacciones subconscientes. El color es el elemento de diseño más vital, impactante y expresivo en la caja de herramientas de un diseñador, en Sinergia somos una empresa dedicada y con el conocimiento de que lo visual impacta directamente en todo.
Por ello, te damos unos consejos a considerar, no solo para espacios sanitarios, sino que puede ser de utilidad hasta en hogares. Pero el día de hoy, nos enfocaremos en Hospitales e Instalaciones sanitarias.
Color, emoción y espacio arquitectónico de las instalaciones sanitarias
Los colores tienen el potencial de producir efectos fisiológicos y psicológicos tan variados como el número de colores en el espectro. Las reacciones asociadas con el color son espontáneas, pueden ser positivas o negativas y, sin embargo, a menudo son únicas para cada persona. Por lo tanto, el color debe considerarse cuidadosamente al diseñar instalaciones de atención médica, teniendo en cuenta la amplia gama de profesionales, visitantes y pacientes con diferentes niveles de discapacidad que utilizarán el espacio.
El color provoca sensaciones psicológicas en la mente y efectos fisiológicos que provocan cambios en el cuerpo. El color afecta los sentimientos de una persona sobre el espacio: donde los colores claros y fríos parecen expandir un espacio, los colores oscuros y cálidos tienden a encerrar el espacio haciéndolo sentir más pequeño. La percepción del peso y el tamaño se sienten de manera similar, donde los colores claros y fríos parecen sentirse menos pesados que los colores oscuros y brillantes.
Los colores tienen un efecto comprobado sobre la temperatura corporal: los tonos cálidos (rojo, naranja, amarillo) pueden elevar la temperatura, mientras que los colores fríos tienen un efecto opuesto. El color puede afectar la percepción del tiempo de una persona; los espacios de colores cálidos tienden a hacer que uno se sienta como si hubiera estado allí más tiempo del que lo ha hecho y el tiempo parece pasar más lentamente. Los colores en una variedad de formas y brillo pueden estimular o excitar, inducir aburrimiento o calma, e incluso pueden contribuir positivamente al proceso de recuperación del paciente. Estos hechos son cada vez más reconocidos e implementados por arquitectos e interioristas con buenos resultados.
El ambiente blanco típico de un hospital evoca una imagen bastante cruda de paredes blancas, una cama blanca, uniformes blancos y túnicas azules, que a la vez despierta una impresión sagrada e higiénica mientras deja a los pacientes fríos, pálidos, aburridos y sin sensación de vitalidad. Para quienes padecen enfermedades graves, enfrentarse a este entorno puede hacerles perder la esperanza o el miedo a la muerte. En la actualidad, se están produciendo cambios de diseño importantes para mejorar la atmósfera en las instalaciones sanitarias donde se aplica el uso sensible de colores según el tipo de enfermedad o clínica.
Sin embargo, es importante señalar que las respuestas emocionales al color dependen en gran medida de su saturación y brillo. Por ejemplo, los colores menos saturados y brillantes como la verde salvia son relajantes a la vista. Por otro lado, los colores que están muy saturados pero oscuros como el azul zafiro intenso, pueden resultar bastante energizantes. Cada tono tiene sus propias asociaciones y desencadenantes emocionales únicos.
Explore diferentes colores y sus propiedades
¿Qué color usar en el piso de un hospital y otras instalaciones sanitarias?
Normalmente, se recomienda no utilizar más de tres colores principales dentro de un espacio interior. El color del techo debe ser más claro o igual que el de la pared, y puede ser blanco o coincidir con el tono de la pared. Los espacios conectados deben usar un tono similar, mientras que los espacios cerrados individuales pueden usar diferentes colores. Para áreas grandes, se recomiendan colores claros y elegantes en lugar de colores vivos.
El principio básico de usar los colores de manera efectiva en el espacio interior es mantenerlo armonioso en general y permitir el contraste en el nivel de detalle.
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